La flor extinta

27/6/08


Yolanda es una mujer que me contó una linda historia. Un amigo había encontrado, en un bosque de la zona central de Chile, una flor que se pensaba extinta. La fotografió, la secó y envío sus pruebas a una sociedad de botánica. Ahí lo contactaron con una ultraexperta gringa y concluyeron que efectivamente se trataba de una flor que consideraban extinta. Lo felicitaron y le pagarán un curso de 1 año en Europa.

Fin

Pienso entonces que la extinción no es algo irreversible. Estar extinto es como haber sido olvidado, no como haber muerto. Hay muchas cosas que se extinguen, pero no mueren: mis barbies, el calor, la playa de Llolleo, los sentimientos, los lápices Bic y, como ya sabes, ciertas especies de plantas. Algunas veces, salir de la extinción es un redescubrimiento y un renacer, otras, no es más que agarrar lo peor del pasado para vestirse de zombie.

Los sentimientos debieran morir y no extinguirse. Estás mirando por la ventana y un sentimiento que creías asesinado se te atraviesa como un zombie… y vuelta a las angustias que creías cremadas y perdidas en el viento. Mientras más sentimientos hayas sepultado, más probables zombies podrán morderte el cuello. Y los sentimientos aun no extintos e incluso aquellos que apenas han nacido, comienzan a tener un tono verdoso, un olor a polillas y mala hierba… ya no sabes si es miedo al futuro o miedo al acechante pasado de tu corazón.

Los veo corriendo entre mi oficina y la del lado, trepándose por el sillón de mi living, escondidos detrás del hervidor, hablándome bajito cuando me lavo el pelo. A veces bulliciosos zombies… a veces se hacen los muertos, pero es solo extinción. Sentimientos extintos, a medias tintas, para pasar con tinto.

Me pregunto qué habría pasado si el hombre de mi amiga hubiese sacado de raíz al único espécimen de esa planta que, hasta ese segundo, no estaba extinta en realidad… a los zombies hay que matarlos de a uno, haciéndoles creer que no hay otro como cada uno de ellos.

Corto cabezas entonces, para que solo queden sentimientos recién cosechados y flores a la espera de un recuerdo.

aclaración

9/6/08


Es verdad. Este invierno no me gusta nada de nada. No ando con ganas de abrigarme, ni de sentir la cama helada, o la pieza helada cuando salgo de la cama. Ya me dio asma, aún no arreglo mi ventana y lo pienso 543 veces antes de salir after guork.

Solo una aclaración: sí me han gustado mucho las lluvias de este invierno... siempre y cuando sean entre las 8:30 y las 9 am y en un día de semana.


Me gustan esas lluvias porque te olvidas de ella y me dedicas veintitantos minutos de tu
mañana. De pasadita, me dedicas otros tantos en la tarde, pero de frente... no como cuando vas con ella y solo puedo verte la espalda.