mi primer post patriótico

17/9/08


Hace unos días, en las noticias de la mañana, estaban hablando de unos super cajeros automáticos que van a instalar en Santiago... bien lindas las custiones y, de pronto, sin mediar provocación, el periodista comienza a cerrar el reportaje con una frase con la que suelen cerrar o abrir reportajes de poca monta: “esto es muy importante, pensando que Chile es el país con más cajeros automáticos de Latinoamérica”. En las noticias de la TV les encanta mostrar cuando Chile alcanza un nuevo record idiota ¿Será que alguien lleva los rankings de inscritos en feisbuc? ¿de celulares comprados? ¿de miedo a la delincuencia? Como yo no quiero ser menos que esos abnegados e incisivos periodistas, aprovecho de dejar un sentido homenaje a mi patria cumpleañera y de deleitar a mis raros y patrióticos lectores con los resultados de mi primera (y ojala última) mini-investigación periodística (no pongo fuentes porque sé que confían en mi, porque me da paja y porque esto no es periodismo).

Ahí va...Chile es el país con:

  • más días feriados seguidos (cuando el año pasado se aprobó como feriado el 17 de septiembre).
  • más fotologs en el mundo (dos millones 896 mil 332 fotologs chilensis, algo así como 34% de todos los fotologs que existen… chiaaaa... y eso que yo no tengo fotologs).
  • más presos por habitantes en América del Sur (279 presos por cada 100.000 habitantes).
  • más acuerdos comerciales bilaterales en América del Sur.
  • el volcán más alto del mundo: Ojos del Salado (6.893 mts).
  • el terremoto más juerte jamás medido: Valdivia 1960. 9,5 grados Richter (además, somos el país más sísmico del mundo… je, y me lo van a decir a mí).
  • el presentador del espectáculo de varieté más duradero de la historia de la televisión: adivinen... Mario Kreutzberger en Sábado Gigante (todos los sábados desde agosto de 1962… esto no lo logran entender los que no vivieron su infancia en Chile… mis sábados tenían olor a pan tostado y clan infantil).
  • el lugar más seco del mundo: Desierto de Atacama.
  • la observación del astro más plano y menos esférico (¡¿wtf?!) de nuestra galaxia: visión de la estrella Achenar mediante el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral de Paranal en la 2da región. (Éjale, eso si que no lo tiene cualquier país… además, me atrevería a decir que se trata del nombre de telescopio más original arraund de guorl, es como el nombre de la clínica donde estaba Pinocho en Londres).
  • la sequía más larga: Calama. No llovió durante 400 años hasta 1971 (conozco de sequías más breves, pero mucho más tristes).
  • el salto ecuestre más alto de la historia: El 5 de Febrero de 1949, a las 17:59 horas, en el Regimiento de Caballería Blindada Nº 4 Coraceros, de Viña del Mar, el entonces Capitán de Ejército Alberto Larraguibel Morales, superó un obstáculo de 2,47 metros de altura en el caballo ‘Huaso’, el único récord mundial deportivo que tiene Chile en la actualidad (burp… habría que buscar el país con menos record deportivos, ahí quizas tendríamos nuestro segundo record deportivo).
  • el árbol con la mayor variedad de frutos producidos que se conozca. Del mismo árbol emergieron cinco variedades: damascos, cerezas, nectarines, ciruelas, y duraznos. La especie es el resultado de un injerto en un ciruelo realizado por un loco de apellido Carrasco en Lo Barnechea (rara la weá... servirá para algo?).
Que lata estoy dando. Tomen harto y no bailen cueca porque daña el hipotálamo. Salud!

Are you the butterfly? (o algo de filosofía barata)

8/9/08


Hace añísimos atrás, escuché por primera vez la teoría esa de la mariposa en Nueva York y el huracán en Tokio. Me pareció alucinante, pero con el tiempo terminó dándome lo mismo: en Tokio no conocen a la mariposa ni saben que eso es lo que los tiene con los tejados por los cielos.

Hoy vi Los Crímenes de Oxford y le dan duro a la cosa de la mariposita. Y, aunque es una película innecesariamente sobreintelectualizada, me dejó con la agradable sensación de haber visto algo bueno que dura un poquito más allá de la sala oscura y fría del Hoyts.

Partamos con la sorpresa que me llevé al ver que en la película hablaban del teorema de la incompletitud de Gödel. Y digo que fue una sorpresa porque en la mañana yo nunca había escuchado sobre Gödel, pero a medio día ya sabía algo gracias a que mi google reader me llevó “casualmente” a http://alfaquantum.blogspot.com/ y en la tarde supe algo más cuando vi la película. ¿Será que mi amigo blogger escribió eso para mí adivinando que yo decidiría ir a ver esa película hoy?, ¿será por eso que no la estrenaron el año pasado?, ¿será que Gödel quiere algo conmigo? Me encanta pensar que nada es una coincidencianomás ¿preescrita o casual? mmm… ¿importa?

¿Será que la mariposa aletea porque hay una caprichosa e invisible lógica que le ordena mover sus alas? ¿O es simplemente una sucesión azarosa de hechos?, ¿un patrón que se va formando a medida que un elemento da pie al siguiente? ¿Le importa esto a la mariposa?, ¿al huracán?

Sea como sea, todos nuestros crímenes tienen una mariposa aleteando detrás. Todas nuestras alegrías, encuentros y desencuentros tienen su mariposita (aunque a veces más parezca polilla). Y estas bichas nunca son grandes eventos: son frágiles segundos en los que termina diseñándose un huracán. Por ejemplo, tener un hijo no es una mariposa… lo es haberlo tenido unos pocos días antes que tú tuvieras a los tuyos.

No son una mariposa las cicatrices de un atropello, sino la mujer que se distrajo un segundo y te hizo volar ¿se imaginará ella todos los efectos de su infinito despiste? No es una mariposa haberte conocido, la mariposa es cuando me contaste lo que hiciste a los 15 años. No es una mariposa que mi madrea sea la que es, la mariposa es el sueño que me obligó a hacer una promesa. No es una mariposa la culpa, sino haber olvidado ir a la peluquería ese día.

Seguramente yo también he sido mariposa, aunque mis huracanes estén lejos o no los conozca. Sí, seguramente lo he sido. ¿Qué causó en ti el segundo en el que te mencioné a Pizarnik?, ¿hiciste una promesa trascendental cuando leíste mi cuento en el metro?, ¿se te acabó la oscuridad cuando te dije “oscura”?

Y cuando Elijah Wood se queda pensando en lo que le acaba de decir John Hurt, pienso que él piensa que no es la mariposa… la mariposa fue el libro que le regaló su padre, el rojo que alguna vez le pusieron en la escuela, hasta pudo pensar que la mariposa es el mismísimo Wittgenstein quedándose callado ante la imposibilidad de hablar… o la mamá de Wittgenstein, o la mamá de la mamá de Wittgenstein... y así.


Are you the butterfly? “Inevitablemente sí”, debió haberle respondido.

colores, sabores, sonidos y deseos

2/9/08


A estas alturas no sé mucho qué escribir sobre el viaje… pero parece algo inevitable, me siento en deuda.

No me di el tiempo para enterarme de la historia y cultura de China, no quiero carrilearme con descripciones antropoliticopsicobiosociológicas… así es que solo colores, sabores, sonidos y deseos (el que quiera cosas objetivas, pinche aquí: lata sobre Beijing).


Los colores: Beijing es una ciudad que hace parecer a las demás como si estuvieran dentro de un televisor en blanco y negro. Beijing se ve todo el tiempo como se ve una ciudad cuando ha terminado una larga lluvia y sale el sol, pero en este caso no es la lluvia: de día brillan las flores y de noche te pican los ojos con el neón.


Los sabores: Lo mejor fue el desayuno con fideos y camarones. Igual es rara la comida china de China, menos mal que José Antonio no es un fan incondicional de la hamburguesa con papas fritas. La comida muy picante, el arroz desabrido, no existen chocolates chinos (solo mooncake, que es la supuesta delicia china y que ya algunos vieron podrirse en mi refrigerador hace unos años), las sopas pueden sorprenderte, no hay pan, las cabezas de cualquier cosa se comen con palitos y sin cara (sin tú poner cara, porque la cara del pescado es imposible ignorarla), la cerveza se hace con arroz, todo se fríe sin pudor y, a pesar de eso, los chinos son flacos con una naturalidad que destroza tu rechoncho espíritu.


Los sonidos: el chino suena como una canción y muchos chinos hablando, como un concierto de gatos. Solo aprendí a decir “hola” en chino, el resto de las palabras que creí haber aprendido solo fueron respondidas con ceños fruncidos. La verdad es que lo que más escuché fue la dulce voz de Candy (nuestra anfitriona china… todas las anfitrionas chinas se llamaban Candy, supongo que para evitarse la lata de deletrear su nombre) diciendo: “Bi eich pi grup… lets muv!”.

El ring ring de un timbre de bicicleta también fue un clásico. En Beijing hay mucha bicicleta, taxi bicicleta, bicicleta familiar, bicicleta indigente, sin casco y dentro de un paisaje muy blade runner (¿salen bicicletas en blade runner?)… o sea, los ciclistas son como sesenteros y las ciclovías y su cuidad como de un futuro que empieza a ser decadente.


Los deseos: en el aeropuerto quise comprarme un libro que me acercara a algo de la cultura oriental… lo más cercano que encontré fue un libro de Kawabata, que no es chino, pero para nosotros los latinos chino y japonés es como lo mismo (y no se me vengan a escandalizar). En ese libro, Kawabata describe incansablemente la belleza de los labios pequeños de las mujeres orientales… y me quedé pegada con eso. No pude dejar de mirar los labios de las chinas y, la verdad, es que son muy bonitos… y eso dio paso mi recién estrenado deseo: en mi próxima vida quiero ser china. Las chinas son realmente bellas: delgadas (aunque más que delgadas, delicadas), con la piel transparente, ojos atentos, dedos largos y delgados y, bueno, la boca como haciendo un puchero desconsolado.


Creo que me pasaron más cosas por dentro que por fuera en este corto e intenso viaje… alguien me comentó que había vuelto más egocéntrica y puede ser. Quizás sea porque caminé por el camino que solo podía pisar el emperador, quizás sea porque vi cómo ha crecido mi hijo… cómo he crecido en mi hijo y eso colmó mi ego.