Sonic Yus

24/2/09


La semana del 23 de marzo está como para que te dé cagadera por todos los conciertos a los que no podrás ir (o porque son al mismo tiempo o porque sería una especie de farkazo pretender que se tiene el dinero para ir a todos los que se quisiera).

Yo ya hice mi elección: Radiohead y Sonic Youth (sorry Peter y Cris, ya tendré tiempo para uds. en otra oportunidad).

Radiohead es de las bandas que siempre he querido ver en vivo. Sonic Youth no me gusta tanto como Radiohead, pero es como si me dijeran que voy a ver la filmación de la Novicia Rebelde… Sonic Youth me trae infinitos recuerdos de cuando era una escolar a punto de dejar de serlo.

He estado desempolvando los casetes en los que tengo a SY, no para escucharlos (porque ya no tengo donde) sino para recordarme poniéndolos en mi minicomponente a toda raja hasta que mi abuelo venía a golpearme la puerta e insistir en que yo había perdido la razón. Y me encuentro con el primer casete donde los conocí… un compilado hecho para mi por el amigo más gordo que he tenido en mi vida (alguna vez regalaron algo así en casete? los que lo hicieron, sabrán que eso sí es dedicación) … y me acuerdo de cuando me creía toda ruda tomando aguardiente y cafè, cuando descubrimos la pizza con paltano del Jaque Mate y trataba de memorizar capítulos de Ren & Stimpy y hacía colages en vez de tareas y hablaba puras wevadas y caminaba y caminaba y caminaba en vez de carretear… y después me ponía el uniforme del colegio añorando la noche para que no se me olvidara que yo era diferente… terriblemente poser diría hoy.

Ja! Y ahora compro mi entrada con mi dorada tarjeta de crédito… mich.

Pero antes de eso, entré a la universidad y ahí nace Yus… gracias a Sonic Youth. Su visita me pareció una buena excusa para explicar al raro y escaso lector de dónde viene mi nick: Yus.

Bueno, esta es la historia: Mi amiga Sanae estaba embarazada y, si era niña, tenía pensado ponerle Maite. Como su hermano era (y es) gran fanático de Sonic Youth, le sugirió: “Oye, y por qué no le pones Maite Yus… asi suena como Sonic Youth”. A mi me pareció genial… por todo lo que SY me hace recordar, y como no fue Maite, sino Tomàs, pues me adueñé del segundo nombre de esa niña nonata.

Con ese nick entré a todo chat habido y por haber (se acuerdan de cómo eran los chats de mediados de los 90?) y “Yus dice:” pasó a ser la frase más recurrente en la pantalla de mi PC… ahora Yus tiene su blog y se cree la raja.


Bue… eso por hoy.


Chauchera.

como con juguete nuevo

17/2/09

Hace semanas que me viene rondando la idea de la adicción al cambio. Resucitó con fuerza un “trabajo-performance” (nótense las comillas irónicas) que hicimos con Su allá por los 90s, las vacaciones te enfrentan con la no-rutina que rápidamente pasa a ser otra rutina y vi “Little children” (malamente traducida como “Juegos secretos”)… todo esto me lleva a preguntarme si soy una adicta al cambio.

Adicción al cambio porque solo me quedo en la superficie… y la superficie es algo fácil de conocer porque no necesitas taladros ni escafandras, apenas una vista rápida (o gorda), entonces te aburres y buscas otro territorio.
Y culpas a la maleza, a la falta de lluvia, al agua que se estancó, al edificio que tapa el sol, cuando solo tenías que cavar o sumergirte un poco para ver raíces torcidas bellamente, peces luminosos y piedras preciosas. El zapping se traslado al terreno de las relaciones humanas… yo me pregunto ¿qué tiene que pasar? (je… esa frase da para otro posteo… Su, te lo dejo ahí dando bote... aunque me pregunto si algo de lo que se postea, da efectivamente para posteo, en mi caso, seguro que no... en fin... problema del que sigue leyendo).

Y yo soy poco perseverante… aunque no es que ande cambiando así como de calzones. Como el tiempo y esfuerzo invertido dejaron de ser grandes valores, la novedad es algo que me seduce fácilmente, aunque sea (y generalmente así es) solo en mi imaginación. La tanda de comerciales se hace eterna y, aunque estén dando un capítulo de estreno de Scrubs, me cambio al Cinemax por si hay algo nuevo para otear. Y cambio Scrubs por Little Children y, seguramente, cuando vuelvan a dar Little Children hoy, lo cambiaré por Next (sí, el de Mega… el cambio no tiene por qué tener un patrón y ahí está el riesgo de la adicción) y Next por Little Britain y esto por algún programa de juezas de esos que dan en la TV abierta... y bue, así hasta que se acaben las pilas del control remoto.

En Little Children (ojo que no voy a contar nada para los que la quieran ver), la Kate Winslet sale tan linda como siempre aunque le toque ser la acomplejada y se tenga que poner un traje de baño con aprietaguata. Ella decidió hacer un cambio para poder cuidar a su hija y ahora necesita otro para no volverse loca… y conoce al rey del baile y se vuelve loca igual. Es interesante el contraste con el pedófilo de la película, porque él no puede cambiar aunque quiera… el resto, cambia y cambia sin saber qué quiere. Linda
película, un poco simplona a ratos y con muchos momentos de sobra, pero por lejos entre las peliculas con los personajes que más me han identificado... podría decirse que la Sra. Winslet hace una versión más Yus del personaje de la Meryl Streep en Los Puentes de Madison y el rey del baile complementa con realismo al personaje de Clint Eastwood (porque nunca me tragué mucho que el fotógrafo aventurero hubiese soportado la vida junto a la ama de casa aburrida ¿uds?).

Bue… eso sería. Ojalá puedan verla hoy martes 17 a las 12 de la noche en Cinemax, yo estaré viendo Next (se percatan de la metáfora???... jeje... que locoooo, gallaaaaa!!!.... neeeeeext!!!!).

Cambio y fuera.